lunes, 1 de julio de 2013

"BIOTERRORISMO". EE.UU. COMIENZA LA PRODUCCIÓN DE ARMAS BIOLÓGICAS EN 1942


Bioterrorismo es una palabra de ferviente actualidad, tanto en medios de comunicación, como en nuestro lenguaje cotidiano, debido a sucesos recientes. Pero no es nueva. Se origina en EEUU que, desde hace años, denomina así a los posibles ataques terroristas utilizando material biológico. A partir de esa hipótesis, desarrolló mecanismos de control de ingreso, egreso y manipulación de microorganismos y sus productos que puedan ser utilizados potencialmente para esos fines.

En realidad debiera hablarse de armas biológicas, que es la utilización con fines bélicos de microorganismos (bacterias, virus, hongos, parásitos, riquettsias, etc.) y sus productos. Armas que pueden ser usadas en guerras rápidas o de desgaste, atacando a seres humanos o a vegetales y animales (para destruir fuentes de abastecimiento), o simplemente para crear terror en la población civil o militar, afectando a la capacidad de combate y/o productiva del adversario y quebrando su voluntad de lucha. Los microorganismos utilizados pueden usarse tal cual se encuentran en la naturaleza (se habla entonces de procesos de baja tecnología, rústica o cruda) o modificados por métodos biotecnológicos hasta obtener gérmenes de características genéticas nuevas (alta tecnología). Las armas biológicas son más “baratas”: se dice que afectar un kilómetro cuadrado sale dos mil dólares con armas convencionales, ochocientos con armas nucleares, seiscientos con armas químicas y un dólar con armas biológicas. Su facilidad de producción desde el punto de vista económico y tecnológico (en las llamadas rústicas), ha hecho que se las considere las bombas atómicas del tercer mundo. Pero, como veremos, esto es engañoso, porque los más importantes centros de investigación y producción los tienen las grandes potencias mundiales.

En Estados Unidos (EEUU) la producción de armas biológicas comienza en 1942 en Fort Detrick con la producción de 5000 bombas que contenían esporas de B. Anthracis. A pesar de que no existe evidencia de la utilización de estas bombas durante la Segunda Guerra Mundial, en el periodo de la posguerra la creación de un vasto arsenal de armas biológicas en EEUU se fortalece con la incorporación de científicos japoneses de la unidad 731. Específicamente, este programa tiene importantes avances durante la guerra contra Corea (1950-1953). En los años siguientes a esa guerra, el gobierno de EEUU es acusado en múltiples ocasiones de la utilización de armas biológicas durante el conflicto. Por su parte, EEUU acusa a la Unión Soviética de la utilización, en lugares como Laos (1975), Kampuchea (1979) y en Afganistán (1979), de micotoxinas producidas por Fusarium spp (lluvia amarilla) y que actúan bloqueando la síntesis de ADN en células humanas. De la misma manera, las grandes transiciones demográficas en los tiempos modernos se han debido a las grandes epidemias ocasionadas por agentes infecciosos como la plaga bubónica.Las epidemias de peste, ocasionadas por Yersinia pestis, tuvieron un gran impacto en la humanidad. La primera de ellas se inició en Egipto en 541 A.C. y acabó aproximadamente con 60% de las poblaciones en el norte de África, Europa y en el centro y sur de Asia. La segunda epidemia de peste ocurrió en Europa durante el siglo XIV (se inició en 1346) causando la muerte a entre 20 y 30 millones de personas.

La perversa idea de utilizar agentes infecciosos para efectos similares a los de las grandes epidemias ha sido considerada por el hombre desde hace muchos años y existen descripciones en distintos periodos de la historia. Es así como, durante la segunda pandemia de peste bubónica, se registra uno de los primeros eventos que puede ser considerado como bioterrorismo. En 1346, durante la invasión de la ciudad de Kaffa (actualmente Feodosia en Crimea), la Armada Tártara colocó los cadáveres de gente que había sucumbido por plaga en las entradas de la ciudad. La epidemia que se generó provocó la derrota de los defensores de la ciudad de Kaffa. La utilización de armas biológicas a escala global ya no es hoy en día, una amenaza teórica sino una realidad cuyo potencial destructivo es extremadamente elevado. Entre los agentes que debemos poder reconocer como potenciales agentes de bioterrorismo, además del bacilo de ántrax se encuentran la infección por Yersinia pestis (plaga o peste), la Variola mayor (viruela), la toxina botulínica (botulismo), la infección por Francisella tularensis (tularemia), y las fiebres hemorrágicas ocasionadas por los filovirus (Marburg y Ebola) y por el grupo de los arenavirus como Lassa (Fiebre de Lassa).

Conclusiones:

Haciendo una sinopsis, podríamos decir que existen dos formas de utilización de armas biológicas:

-Uso estratégico: eliminar o invalidar a la población o fuerzas militares para ocupar un territorio

-Bioterrorismo: con el principal fin de producir terror(objetivos políticos)

Como hemos podido comprobar a lo largo de la historia:

-El uso de armas biológicas es antiguo.

-Es difícil de controlar.

-Los antecedentes más recientes sugieren un uso del terrorismo más estratégico.